lunes, 23 de septiembre de 2013

POEMA DE AMOR III: Rosa en Otoño...

POEMA III: Rosa en otoño...


Ilustración de Victoria Francés


"Rosa en otoño fue tu silencio sin mirada. 

Mi temblor y mi quietud te dejaron ir 

cuando acallada mi voz perdí las palabras...

Y no pude ser libre por temor y desesperanza. 

Alguna vez mis ojos fueron tus espejos entre los rostros del mundo.


Pero callé, no dije nada. 

Enmudecí el inocente deseo 

y a causa de un beso imposible quise encandilarte con la palabra infinita...

Enmudecí, eras libre más allá de mis manos
y mi libertad nunca sería la tuya...

¡Veleidosa!

¡Locamente veleidosa!

En tu risa de niña canta la pena prohibida...

Y no sabes que eres mía y mi anhelo no te toca

y mis labios pudorosos ya no besan tu nombre...




                                 ( San Lorenzo - 2001 )

domingo, 13 de enero de 2013

FRANCA VANIDAD - Primera Parte


- Soy culpable por haber cedido... Adoré tu franca vanidad, ese juego de mujercita malcriada, de apariencia, de moda, de estilo, de sentir y no sentir, de buscarte en el espejo a todas horas para aplacar un hambre infinita, de peinar y peinar tu cabellera para que no desbordasen sus líneas, de encarnar la obsesión de Narciso para resguardar tu ser más íntimo, de luchar con frialdad ante los sentimientos que se agolpaban en tu alma, de creer que reprimir lágrimas y dolores con una mueca triste de risa basta para volver a encontrar la felicidad. -

Kinski habría de recordar aquel día cuando K ante su mirada indolente le insinuó el encanto de su dulce adolescencia...

"- ¿Qué es el amor? - me preguntaste un día...

- El amor es fingir demasiada indiferencia ante alguien que no nos es indiferente; es mirar a nada cuando nuestros ojos desesperados quieren llenarse de la imagen querida; es furia, es rabia, es el equilibrio que se ha roto para siempre; es el cautiverio que nos hace libres, un yugo que al final de todos los afanes sigue siendo yugo; es una guerra no que no busca la conquista ni la dominación sino la paz, la tolerancia y la comprensión...

El amor es la legítima medida de nuestra humanidad: es la justicia, es el respeto, es nuestra convivencia, es el preciado bien..."

Tu soberbia era como un huracán... no estabas conciente de tus ímpetus ni de los daños que podías causar. Quisiste arrancarme del mundo y atraparme en tu centro, y me quisiste a capricho de tus deseos y te quise a imagen de mi ideal, por eso nos merecimos y no nos tuvimos.


"El amor es la más bella demencia, es morir y volver a nacer; es hacer distintas las cosas bajo el imperio de la alegría y de la pasión; es hacer que te importe el mundo e ignores el egoísmo de los desdichados para vencer su propia maldad; es descubrir todos los día un universo diferente en el otro para encontrarnos a nosotros mismos... Es negarte con todas mis fuerzas cuando ya hace largo tiempo te hallas arraigada en mí... Es guardar confesiones que no tendrán tiempo ni destino para librarse... Tantas cosas es el amor porque en cada ser humano las circunstancias son diferentes aunque tenga una naturaleza única... 

No me seduzcas insinuando lo que solo a mi morbo despierta, solo di tu verdad y dejemos de jugar..."

sábado, 8 de octubre de 2011

KINSKI Y LA OSCURIDAD DEL AMOR


1.

Kinski no cometería nunca ese crimen: 

-¿Cuál crimen? Ese crimen... Todos los crímenes y la culpa, todas las culpas, el vacío, el infinito y la muerte... la muerte luego de la insoportable vigilia.- 

"Desaparecer y dejar que la angustia muera una vez más de mil miserables puñaladas. En medio de la oscura turbulencia, la gélida hoja temblaba hambrienta por la ansiada sangre. El acero filoso estaba sediento en las manos tremolantes: seguras en un segundo por la rabia, cobardes e indecisas al segundo siguiente. Sólo un corte preciso en el cuello de luna que tantas veces besó y dónde vivió la mentira de la felicidad... El puñal lo salvaría para siempre..."


A lo lejos, después de una larga espera, más allá de la penumbra de las galerías una puerta estaba entreabierta. Kinski suspiró y el sudor le ahogaba con escalofríos... Kinski nunca lo haría por más que quisiera... Debía huir ahora, antes de que los amantes se percataran de su presencia... Una vez más al borde del abismo soñando con Jade, que aún en ese tiempo no vendría. Una vez más Kinski descubriendo la traición, el abismo tragándoselo hasta hacerlo desaparecer, absorviendo su ser en una negación que lo enloquecía...


- ¡Dame una lágrima! - le susurró una noche entre sueños. 

- ¡No puedo! - replicó ella casi sin conciencia.

- ¿Nunca llorarías sobre mi tumba, mi cielo? Dame una lágrima aunque sea fingida...- le pidió mientras su corazón parecía apagarse.

- No puedo... no puedo porque en realidad no siento ni tristeza ni pena por ti... - dijo ella con fastidio y un inmenso sueño.

- Quisiera ser un mar inmenso y derramarme en ti hasta ahogarte; asfixiarte, robarte el aire, encerrarte dentro mio, dentro mio hasta matarte...-

- Amor, ahogame... Robate el aire... Encierrame en ti... pero déjame dormir... Cada palabra tuya es como una pesadilla... Déjame descansar... Ya no susurres. Ahora no quiero entenderte, quiero dormir. Dormir nada más... - sus ojos se cerraron, su voz calló... Ella ya estaba dormida.

- Ella está dormida como muerta - pensó Kinski.


"Alguna vez despertaré con ella y ya no dormiremos y me verá y sentirá mi piel. Ahondará en mi ser, verá mi rostro y me tomará de la mano... No me devorará con su ardiente boca, que no me quema, que no me suda, que no me goza. Cuando ya no tengamos aliento tendremos nuestro dulce final abrazados en la desconocida tumba que cavé para nosotros."

domingo, 28 de agosto de 2011

SINTOMATOLOGÍA DEL DESAMOR: LA LEY DE LA CONTRADICCIÓN.

"Decidiste marcharte, sin que importara absolutamente nada de lo que alguna vez vivimos juntos. Sólo te viste a ti misma y a tus ansias de ser libre, lejos de todas las cosas gratas de mi humilde mundo y de los sentimientos que este imperfecto hombre te profesaba. La muerte del amor o de la emoción que simuló ser amor para calmar nuestra inextinguible soledad. Corrimos desesperadamente el uno hacia el otro...
No me honran tus causas, tus explicaciones, ninguna de tus palabras alcanzan a justificar el mismo hecho de una separación. La muerte del amor: el amor no muere, a veces se acalla y otras duerme, sólo las ilusiones desaparecen al igual que los espejismos. Sólo cuando creiste amar y el amor no llegó jamás es que todo se desvanece. "

Jade buscó las excusas, solo debió decirle a Kinski que se dió cuenta finalmente que nunca lo amó.

"Te cansaste de esperar... luego de que la emoción se sosegó, deseaste que llegara el amor y solo sentiste silencio y vacío. La nada, el laberinto, el largo invierno sin hogueras, las sombras conspirando..."
Excusas para no amar: la rutina que nos separa, los largos periodos de desencuentro, el carácter del otro, los prejuicios, suponer los pensamientos del amante, los vanos celos, el orgullo de cada uno, las palabras que nunca se dicen, la intolerancia, la falta de fe... El ruido, el ruido...

"O necesitabas solo un amigo que te amparara o te hiciste a un lado porque entorpecías mi carrera o porque las monedas siempre dieron lo justo... O era mi supuesta falta de compromiso o era lo que quisiste creer que era o el frio apago nuestro ardor... O era mi rebeldía o era mi arte o simplemente era yo que en tu mundo no cabría... ¿Cambió el cariño? Fue el mismo siempre. Sólo vivimos el sueño de amarnos mucho mas allá de lo que quizás podías o querías... Dejame volar libre... Tú ya no estás. De nada sirve caer en las contradicciones de motivos que no entendemos ni logramos explicar... "

Kinski recordó la tibieza de sus labios, sus mejillas de luna sonrojándose ante el beso robado y sus ojos de niña cayendo de timidez... "Volabas conmigo, en un beso, en un abrazo, en una mirada... No estoy exento de la contradicción... Quiero creer que no me amaste, que solo quisiste alucinarme, mentirme y mentirte inocentemente en una trampa de la emoción... Sí, nos amamos alguna vez y puedo encontrar miles de excusas también para dejar de creer en ello. Kinski ya no puede amar porque esta incompleto, la mujer que lo hacía pleno se busca sí misma en otra vida..."

sábado, 27 de agosto de 2011

SINTOMATOLOGÍA DEL DESAMOR

1. Cuando una mujer despierta...
"Kinski lo sabía:
No puedes amar a alguién por aquello que escribe o por lo que pueda aparentar en una agradable fotografía. ¿Cuánta fantasía hay en una imagen? Nos hemos acostumbrado a urdir ficciones todo el tiempo que perdemos la legítima visión de la realidad. Hoy día los sentimientos buscan el espejismo de un mundo perfecto y solo terminan sustentándose en lo que queremos creer y en lo que pretendemos ver con los ojos. ¡Es una ingrata maldición! Percibir sólo apariencias e imaginar mil cosas que no tienen fundamentos en los hechos reales. La mente, los deseos, las emociones, la frustraciones, los traumas, el espíritu hecho trizas, la extraña perversión, ese mal todo poderoso que invita al incomprensible juego... a veces es como el ajedrez, mover piezas y mover más piezas para ganar... ¿ Pero ganar para qué? La diversión solo está en mover piezas e ir tomando territorio del oponente hasta destruirlo."
Mi mundo perfecto es una mentira. Jade dijo que mis ojos eran su espejo, y que en ellos se sentía viva y reflejada en otro ser. Me dijo que mi cuerpo era su continuación y que ella en mí no se extinguiría nunca. Entre sus muslos ardientes anidaba mi más férrea voluntad, me abrigaba desconsolada en sus brazos, entre las húmedas sábanas de un verano sin paisajes...
El primer síntoma del desamor fue despertar una mañana y preguntarse a sí misma con quien había dormido, pues aquel que a su lado yacía le pareció repentinamente extraño... Jade quiso huir, incendiar el lecho y matar a ese hombre que no reconocía. Jade no sabía lo que le pasaba, todos los sentimientos se agolparon en su mente y le dolía el pecho, quería llorar, gritar, reír, reír a carcajadas. Jade no entendía. Se sintió horrorizada. Ese rostro tan amado, tan grato a su mirada antes, se había transfigurado...
Jade, según me lo confesó Kinski alguna vez, pudo ver la realidad después de haber agotado sus espejismos en la cabeza y se percató que su eterno amor era una historia que ella misma se había creado para calmar ese loco dolor que no le daba tranquilidad.
Ella se vistió a prisa y salió corriendo de la casa.

Kinski despertó y al no hallar a Jade, justificó su ausencia con alguna urgencia que ella pudo tener en el trabajo y volvió a dormir ya que luego hablaría con ella y quizás le explicaría lo que sucedió.
Jade comenzó a recordar cada instante que pasó con ese hombre que había descubierto tan ajeno a su mundo y a su intimidad verdadera... Ni el peso de los recuerdos le bastó para mantener ese presente que ahora le resultaba insoportable. Ella murmuró: Esto se terminó. Trató de imaginarse mil maneras para acabar con aquella realidad que sin quererlo ya no le hacía feliz. Enumeró: la ironía de Kinski, la frialdad de Kinski, la locura de Kinski, la miseria de Kinski...
Advirtió que tenía todas las excusas del mundo para ya no amar a Kinski. Jade sonrió. Siempre habrá razones para el desamor cuando el amor dejó de ser suficiente para sentirte libre con el otro.
Jade sabía del apego de su amante por ella, entonces comenzó a dar excusas para que su rutina paulatinamente los fuera separando.
"Que la distancia vaya agotando nuestro compromiso, que todo entre nosotros sea un desencuentro... Así ella lo hizo,conciente o inconcientemente para que los sentimientos se dejaran vencer y todo se fastidiara. Yo no luché, comprendí que quería irse, tal vez me vió a la luz de una desquiciada verdad o tal vez volvió a mentirse a sí misma para recomenzar una vez más como tantas veces. Nos perdimos, eso es lo único real... ¿Mis sentimientos? Esos ya no importan desde el momento en que despertó... El amor es de a dos, no es el deseo de uno anhelando ser amado..."

Kinski tomó la última copa de vino, cerró los ojos y en un instante pareció quedarse dormido para siempre.



miércoles, 25 de agosto de 2010

JUAN METALERO A LA SOMBRA DEL MIEDO.

Una vez más el silencio, preludio del horror.

En el fondo del oscuro calabozo yacía entre otros tantos, Juan Metalero. Casi no podía respirar por el dolor inanguantable que le estremecia. Le habían partido una vez más el cuerpo como tantas veces, esa noche.


- ¡Puta! ¡Eso de nacido para estar en el infierno es una mierda! ¡Me cumplieron el puto deseo!

Sintió que algo comenzaba a derramarse de su cabeza. Apenas pudo levantar la mano para tocarse el rostro y darse cuenta de que era su sangre, la que manaba a borbotones de su cabeza. Comenzó a llorar. Lloró como un niño enloquecido y desesperado y despúes de tanto silencio, los gritos que venían de las otras habitaciones parecieron devolverle de nuevo a un dolor más terrible que el de su carne torturada.


La puerta del calabozo se abrió y en medio de la oscuridad dos hombres uniformados y ebrios se dirigieron a la mujer que parecia dormir a su lado. Aquellos extraños la levantaron y la abofetearon. Ella seguía dormida, no quería despertarse...

- ¡No despiertes María por favor! ¡No te despiertes! - suplicó Juan cuando sus lágrimas comenzaron a inundar todo el piso de aquella hedionda celda y una bota de cana le acalló el gemido partiéndole la boca.

María estaba fría y ya no despertaría de su sueño. Los policias arrastraron el cadáver para llevárselo. Juan Metalero mientras, con la conciencia aplacada por el golpe, hallaba sosiego en el rincón más oscuro de las sombras.


" ¡Juan cortete ese pelo mi hijo! La policia te puede apresar por eso y tambien afeitate esa barba que esta larga, pareces un vago. Vos sabes que a las chicas les gusta que los muchachos sean varoniles y con el cabello bien cortito."

"Mamá no me entiende. Me gusta el heavy metal, ademas ya hice mi servicio militar y anduve pelado por ahi y con uniforme de soldadito. Me tuve que comer todos los abusos de esos imbeciles en el cuartel porque es obligatorio durante dos años. Tenía que aprender a bajar la cabeza y aceptar órdenes sin cuestionar nada. No piense recluta, obedezca o sino un reverendo gueikaká y veinte sablazos por la espalda para que aprenda. Humillar, aplastar, obedecer, no tener voluntad, no cuestionar, no pensar, solo actuar, no hablar ni gritar, empuñar el arma... servir, proteger, guardar al jefe para que siga abusando , aplastando, matando al pueblo... dejarlo exprimir nuestra sangre hasta la última gota hasta que solo quede abulia y seamos una tierra de fantasmas o de zombies mal paridos por la violencia. ¡Mierda! ¡Soy un maldito bastardo! ¡Nací para ser salvaje! ¡Esa es mi rebelión y conmigo no van a poder! "

Durante tres noches seguidas se llevaron a María, solo la oía gritar, la oía gritar sin parar. María perdió la voz, nunca más habló. En el calabozo sólo estabamos ella, un anciano que después de la primera noche nunca mas volvió y yo, por haberle roto el hocico a un pyragué. Tuve que hacerlo no me quedo otra...

"Juan vivía con su madre en una casa pequeña con tres cuartos y un corredor.

Doña Librada, así se llamaba su madre, habia sido amante de un militar. Cuando ella quedó en cinta, éste la despachó lejos de él sin reconocer al niño. Juan solía decir que el ser un bastardo le había librado de la molestía de tener que soportar a aguien que nunca le comprendería.

Juan despreciaba a los militares y a los "colorados", más por odio a su padre a quien nunca había visto ni vería frente a él que por entender totalmente lo que ocurría en el país. "El presidente más reelecto en la historia... ¿cómo se llama? Se llama dictador, tirano-saurio rex ja ja ja ja ja". "Todos saben que se roban niños pobres y los deguellan para que el maldito viejo calme su lepra con la sangre de esos inocentes". No hables asi, le solía decir su madre, mira que la policía y los pyragues con tal de recibir propinas y acomodarse bien con el gobierno entregan a cualquiera por cualquier cosa. Cuantas cosas había oido Juan sobre el Diablo, cuantas cosas terribles que le atemorizaban y le daban rabia y que paradojicamente le alentaban su espiritu rebelde.
Juan sabía bastante bien como había sido engendrado y esa historia le causaba disgusto y furia, alguna vez se encontraría con el hombre que hace más de veinte años había tomado a una niña por mujer, aprovechándose de su poder y su impunidad.
De su padre, el General, no recibían absolutamente nada. Doña Librada trabajaba haciendo labores domésticas y Juan se rebuscaba en la carpintería del barrio haciendo con su jefe muebles, puertas y ventanas.

"Eran las dos de la madrugada cuando Juan despertó y aún con los ojos cerrados sintió que una luz intensa le atravesaba los parpados como una lanza filosa para ir incrustandose en lo más profundo de su atormentado cerebro. Estaba atado a una silla y no entendía lo que pasaba, los labios partidos por la patada se habian inflamado tanto que sentía el peso colgando de su cara. Juan estaba desfigurado. Ya no entendía lo que pasaba. en ese momento los guardias trajeron un tocadiscos y lo enchufaron. Juan estaba maniatado a la silla y pensó desesperadamente que sólo la muerte sería su redención. - Ya no más... hasta cuando voy a resistir. Resisti demasiado, mejor me muero... no voy a denunciar a quienes ni siquiera conozco, ni firmar falsas declaraciones acusando a inocentes. No lo voy a hacer. - pensó.

"¿Por qué no me muero de una vez?"


En ese instante entró, un comisario como de unos cuarenta años, gordo y asquerozo como un cerdo. Uno de los guardias colocó un vinilo en el tocadiscos y la música empezó. El comisario sonrió y se puso unos guantes de cuerina: - Me encanta la opera cuando trabajo. - dijo mirando al pobre de Juan que todavía no entendía lo que sucedía. Fue entonces que uno de sus dedos empezó a sangrar y el dolor era ya inaguantable.

La bestia le había reventado el meñique de un martillazo.

Pavarotti cantaba La donna e' mobile mientras Juan gritaba desforadamente de dolor. El disco chirriaba horrorosamente. Una vez más Juan volvió a su oscuridad y al refugio de los recuerdos.
"



- ¡Cuidalo! - le dijo Mario cuando le entregó el cassete - me lo mando mi primo de la Argentina, es Metallica...

Recuerdo eso, recuerdo el disparo hacia el tocacintas y el cañon del 38 en mi cara. Recuerdo el tambor girando y haciendo click. Le rompi el brazo no sé como y le curubique la nariz de un golpe tan fuerte y que me fue toda el alma en él. A la media hora vino la cana, me dijeron que era comunista y subersivo, que era fanatico del "Che Guevara" y castrista por la barba y el cabello largo... Es simpático... pensé que me parecía a Jesús o Lemmy de Motorhead. Y me arrastaron a las tumbas para despojarme de la poca libertad que me quedaba.


"Por quincuagésima vez le derramaron agua esa noche. Nadie se percato de que no podía hablar ya. Juan parecía muerto. El comisario transpiraba y antes de darle el último golpe se bebió la ocatava petaca de caña:

- Es duro este desgraciado. Demasiado trabajo para nada. Mejor nos deshacemos de la basura, no vamos a poder sacarle lo que necesitamos para acusar al diputado Duarte de subversión. -


Lo arrojaron a su celda nuevamente, igual que siempre después de la tortura,desde hacían siete días. Juan ya no tenia su rebelde cabellera. Se la habian rapado el primer día en que se resistió y lo molieron a golpes. Su madre intento verlo, pero no pudo. Juan era peligroso para el Estado.

Amaneció en el Departamento de Investigaciones de la Policia de la Capital. Eran ya casi diez de la mañana cuando fueron a buscar a Juan por orden superior, pero a pesar de los esfuerzos los guardias no pudieron despertarlo. Juan se había refugiado en la oscuridad más profunda.




domingo, 1 de agosto de 2010

KINSKI Y LA DESNUDEZ DE JADE ( 3 )

6.

"Amar, amar amando y no detenerme nunca. Amar hasta la destrucción y después del amor, el silencio, la soledad más infinita, la muerte más espantosa... Amar las máscaras, los rostros de yeso, la nada misma detrás de tanta dulzura. Amar y que la alegría sea un invento perverso de un ancestral aislamiento, de un egoísmo que se finge más humano para ocultar sus rigores y sus tramas mas malditas. ¿Acaso se ama por temor a una cama vacia y a no sentirme en la piel de otro?"

Kinski meditaba cuando tomo un puñal que tenía en el cajón de su escritorio y comenzó a jugar con él. Hacía dos horas que Jade debía haber llegado y a veces miraba el reloj con una furia que le desfiguraba la cara. Ella tenía el celular apagado y ya le había dejado más de diez correos de voz.

"El amor que es renuncia y se atormenta con una inexplicable castidad, el amor libertad, el amor que esclaviza, el amor para perpetuar la especie... mmmmmm... el amor: sentimiento, filosofía, ciencia, literatura, laberinto, romanticismo y otra vez terrible laberinto... El amor sin cuerpos entrelazados, sin sensualidad, sin dulzura generosa en un tibio lecho, sin el húmedo ardor de unos muslos ansiosos. El amor de una virginal muchacha religiosa (la veo todos los domingos marcharse con un semblante de notable integridad que al final de lo admirable se percibe a miedo, a contradicción y a falsa moral)."

- Cuántas cosas raras puede uno pensar cuando alguien que se desea no aparece nunca - se decía con una voz susurrante - ¡Jade sabes que soy ansioso!

"Existen muchas definiciones del amor que para mí significan no amar, para que te cuestiones si eres probo o si eres perverso con esa pureza de espiritu que nos venden los folletines de iglesia... El amor como sentimiento de culpa (¡Mentira! Tengo malos pensamientos con la mujer que amo y me encanta y a ella también ja ja ja ja ja). El amor como deseo, ese que busca hacerse carne en el cuerpo del otro, es bello (Ternura: besar tu frente tibia y sentir mi boca temblando de ansiedad e imaginarte sin pasado ni dolor... quererte hembra y no imaginarte perfecta, para no negarme la delicia de tocarte y sentir esa lumbre de nuestro vientres juntos... Fuego: mis manos hurgando en tu intimidad, haciendose en cada caricia parte tuya... ¿Es poético el morbo? El morbo nos estremece y nos hace mas sinceros... el morbo entre dos no existe, existe para el mundo)."

Kinski sin darse cuenta se había cortado en la mano izquierda: - ¡Maldición! ¡Estoy sangrando!-

"Amar, amando para romper el tedio de no sentir.... mentira... amar para hacer más liviana la carga de todos los días... más mentiras... Amar y no ser amado: delirio erótico, fantasía que supone ganas de poseer y ser poseído,deseo que es sufrimiento, que es hambre, el hambre para decir la verdad nunca se sacia, somos hambrientos por naturaleza por eso siempre estamos al acecho de una presa... Amar mientras se padezca, mientras no se sacie y siga doliendo."

La sangre de Kinski caía a chorros y no podia parar la hemorragia: - ¡Puta! ¡Que mierda hice! ¡Soy un pedazo de imbécil! ¿ Y Jade dónde puta se metió? -

"Amar porque no tengo nada mejor que hacer, para justificar lo humano que soy, para salvar el alma y no pensar sin querer que llegué a la negación de mi mismo. Ataraxia, ceguera, inconciencia, locura y después de todo ni estoico ni ciego ni loco. ¡Absurdo! ¡Sí! ¡Pecador? Acaso hay pecado en la verdad. ¿Neurótico? No sé quizás. Hay cosas que cuesta confesar."

¡ Kinski sintió que todo se oscurecía y cayo al piso! Se estaba desangrando y Jade no volvía nunca: - No quiero cerrar mis ojos así, esto es estúpido ja ja ja ja ja... - Durante la larga espera había bebido demasiado. - Todos los hombres beben para olvidar - solia decirse riendo irónicamente.

"Amar para darte un beso bajo la falda, para devorar tu cuello sin remordimientos, para que me enseñes lo quehas aprendido con tantos desengaños, para sentir la crueldad de tu tierna entrega. Amar para que la culpa muera en un orgasmo y estremecernos en ese coito infinito. Huir de la soledad que se siente a nada... ¿Es poético el morbo? El morbo es exquisito, seduce y libera... si, amor, el morbo es poetico."

Jade entro a la habitacion.
Kinski estaba tirado sobre un charco de sangre casi inconciente. Ella penso que aun quedaba tiempo. Kinski casi sin aliento solo maldijo.